LA TRANSPARENCIA EN LA GESTIÓN PÚBLICA NO PUEDE SER OPCIONAL, SINO OBLIGATORIA
Promuevo una cultura de gobernanza que integra los principios de transparencia, integridad, rendición de cuentas y participación de las partes interesadas en apoyo de la democracia y el crecimiento inclusivo.
Las
aplicaciones de gestión presupuestaria de las distintas entidades deberán estar
recogidas en una interfaz vía web que permita el acceso en tiempo real, de
forma desagregada/detallada, a toda la contabilidad de dicha administración y a
los documentos de soporte hasta el nivel de factura/recibo.
El
incumplimiento de esta normativa debe conllevar penas correspondientes a los
daños ocasionados, considerándose muy graves los daños que afecten al bien
común. Se deberá concretar, para cada grado administrativo y conforme a cada
caso, las sanciones impuestas, que en ningún caso serán anecdóticas, y que
incluso llevarán a penas de cárcel y destitución a los responsables de los
organismos y entidades que se nieguen a dar informaciones de transparencia en
la gestión pública, o la den deliberadamente de manera errónea o interesada
La
esencia de la democracia es el conocimiento por parte de los ciudadanos de las
decisiones que se tomen en todas las cuestiones que pueden afectar sus vidas y
del proceso de esa toma de decisión, de los datos y circunstancias que
confluyen para tomarlas.
La transparencia en la gestión pública no puede ser opcional, sino obligatoria en cada ámbito y rincón de la Administración Pública, incluyendo todas las instituciones públicas o privadas que de algún modo reciban financiación pública, gestionen, directa o indirectamente financiación, ayudas, subvenciones o, en general, fondos muebles o inmuebles de carácter público
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